Reducción de la contaminación, mitigación de la ola de calor, objetivos sociales.

Es evidente que las áreas metropolitanas se están convirtiendo cada vez más en un agregado de población creciente, en número y necesidades, en muchos países donde el aumento de la migración interna a las grandes ciudades no se detiene.

Las razones que impulsan a las personas a mudarse son principalmente económicas, ya que la ciudad es un entorno donde las oportunidades de encontrar trabajo son ciertamente mayores que en las zonas rurales.

El aumento masivo de la población ha llevado en las últimas décadas a una construcción excesiva «urgente» e inmoderada , tanto desde el punto de vista arquitectónico, ambiental y social, creando barrios enteros sin identidad y sin alma, a través de la construcción económica y con una marcada esencialidad urbana.

Esta forma de crear barrios «residenciales » ha creado una desintegración social y generacional y una falta de integración entre lo construido y la naturaleza. Los niños nacidos en estos contextos luchan por reconocer una alternativa ambiental a los edificios, caminos pavimentados y áreas que no sean pequeños parques de vecindario, si existen.

Además, la creciente contaminación causada por el tráfico de vehículos, el calentamiento de los hogares y las consecuencias de las olas de calor del verano crean condiciones de vida poco saludables y estresantes para la población.

Muchas administraciones de la ciudad se han convencido de que el verde es la clave para aliviar algunos problemas relacionados con la contaminación y, a través del aumento de la forestación de la ciudad , la posibilidad de crear condiciones de vida y una vida social más humana.

Milán ha hecho de esto su objetivo, con el objetivo de plantar tres millones de árboles para 2030 y, a través de esta operación, reconstruir algunas áreas para aumentar la agregación social. La plantación también tiene el propósito de insertar en el equilibrio ambiental de la ciudad un elemento mitigante de contaminantes y del calor persistente, durante el verano, en los edificios menos responsables de defender a los usuarios de este fenómeno creciente. Estamos hablando principalmente de edificios escolares, hospitales y centros para ancianos , que recibirán las primeras intervenciones destinadas a hacer que el entorno de la ciudad sea más habitable.

El problema climático en las ciudades tiende a exacerbar las desigualdades sociales, económicas y de salud, especialmente en los suburbios, donde la calidad de la construcción desde el punto de vista del aislamiento termoacústico crea situaciones de evidente incomodidad. Además , los árboles ayudan a combatir el polvo fino, calentar edificios y ahorrar en el uso de aires acondicionados .

Milán también ha presentado iniciativas «verdes» a través de la construcción de edificios, en los que el verde es una parte integral de su estructura y a través de la organización de eventos abiertos a toda la población para vivir en nuevas áreas destinadas a una nueva relación entre los población de la ciudad y la naturaleza.