- “Divide et Impera” en la época de Alejandro Magno
- Competencia exasperada en las empresas modernas.
- Los límites y riesgos de una competencia excesivamente intensa
- Los motivos que empujan a los trabajadores a adoptar comportamientos hipercompetitivos
Una sana rivalidad dentro de la empresa es deseable, pero los excesos deben entenderse a tiempo.
Ya sea empujado por los gerentes o alimentarse independientemente, la competencia entre los empleados en los diversos departamentos de negocios es efectiva, siempre y cuando haya un impulso constructivo para lograr objetivos comunes. Si los impulsos competitivos se vuelven excesivos pueden ser desestabilizadores.
La famosa frase «Divide et Impera» que el pasado nos ha transmitido y que bien se moldea en cada situación de conflicto, parece ser atribuible a Felipe II de Macedonia,padre de Alejandro Magno, que logró militarmente reunir a Grecia a expensas de las innumerables tribus y facciones militares presentes en el territorio.
En el mundo moderno, la estrategia quiere expresar un sistema de poder que se fragmente deliberadamente, en una condición de equilibrio eterno entre los conflictos internos y los impulsos que deben prevalecer, para brillar hacia el paso jerárquico más alto.
Desde el punto de vista de la gestión,tener un equipo formado por elementos competitivos que contengan pequeñas áreas de poder, fraccionadas entre sí, puede ser, si bien gestionado, una fuerza importante para alcanzar objetivos comunes.
Pero los problemas pueden surgir cuando la competencia, entre los miembros del equipo, trasciende a un estado de lucha infrecinte, oculto por la razón para lograr el objetivo del equipo, que podría ser un presupuesto o la finalización de otros goles.
El equipo nacido para ser un carnero en el mercado,que debe estar compuesto por inteligencia, constancia, corazón, fiabilidad, lealtad y espíritu de equipo, podría comenzar su lenta transformación con la creación de facciones internas que tienen el propósito principal de correr solos y desacreditar a otros miembros del equipo.
Lo primero que puede suceder es la creación de un nuevo equipo dentro del grupo, alistando a los «fieles» por un lado y por el otro, interrumpiendo inmediatamente las líneas de comunicación.
Las facciones ya no hablan de cosas profesionalmente relevantes, tratando de mantener un comportamiento social normal, creando un clima basado en carbono donde aparentemente el clima de trabajo dentro del equipo parece pacífico.
Cada componente de las facciones infunde muchas más energías psicofístricas en el trabajo, pero no siempre logra convertirlas en un funcionamiento eficiente, ya que la cadena de información puede ser fragmentaria o deliberadamente no completa o correcta.
Hay muchas razones para que los trabajadores se involucren en comportamientos hipercompetitivos entre ellos:
Es indiscutible que un buen nivel de competencia dentro de los equipos de trabajo es algo muy positivo para alcanzar los objetivos de la empresa, pero la gestión de un equipo de trabajo implica la participación directa del gerente,no tanto como un elemento superior de la jerarquía, sino como un aliado en el que la autoridad del líder puede galvanizar al equipo de una manera positiva.
La circulación de la información debe ser objetiva y global y distribuirse uniformemente a todos para que cada uno pueda procesarla y hacer su propia contribución a la interpretación para generar una mejor estrategia de intervención.
Traducción automática. Nos disculpamos por cualquier inexactitud. Artículo original en italiano.