INFORMATIZACIÓN, ROBOTS, INTELIGENCIA ARTIFICIAL VS LUDISMO

Slow Life
rMIX: Il Portale del Riciclo nell'Economia Circolare - Informatización, Robots, Inteligencia Artificial VS Ludismo

Un mundo que se nos escapa de las manos cuando el pelo se vuelve gris. ¿Lo lograrán los jóvenes?

El advenimiento de la pandemia fue como un punto de inflexión entre los viejos y nuevo mundo, no es que haya habido rupturas bruscas en nuestras vidas, o que se haya producido un trastorno visible a los ojos de todos y físicamente comprobable, pero muchas cosas han cambiado de manera irreversible.

La pandemia ha creado una especie de meditación forzada, cerrados en el interior de las casas, en los que el tiempo ha jugado un nuevo rol, nos ha permitido pensar, hacer un balance, entender dónde estábamos en el camino de nuestra vida y qué nos gustaría cambiar.

Salimos aturdidos, entristecidos, quizás más cínicos, pero ciertamente hemos puesto nuestras vidas más en el centro, en la balanza de prioridades, adquiriendo una mayor conciencia de quiénes somos y qué queremos.

La primera consecuencia evidente de esta meditación colectiva se expresó en la diferente relación con el tiempo y las formas en que nos dedicamos al trabajo que, al la red de la habitual astucia del momento, se hizo sentir sobre todo en aquellos sectores donde la vida laboral estaba menos regulada y protegida.

Un canal de actividad donde trabajar era una concesión, casi un favor, e incluso la paga caía del cielo como si fuera un regalo, donde las horas no se podían contar y las ganancias eran escasas. Un ejército de trabajadores precarios que ofrecieron sus días a actividades principalmente comerciales, y que ya no se presentaron a sus antiguos trabajos tras la pandemia.

¿Ya no comen, no tienen que pagar alquiler ni facturas, no tienen que vestirse y llevar una vida digna? Sí, tienen que hacer todo eso pero, en silencio, entendieron que la relación entre empleador y empleado tenía que cambiar, cada uno debe hacer su parte, con respeto, equidad y dentro de los horarios de trabajo acordados por ambas partes.

Se entendió que no hace falta vivir para trabajar, que la relación con el dinero podía cambiar, que la sociedad de consumo en el que vivimos no debemos sufrirlo, sino vivirlo eligiendo cómo hacerlo como nos plazca.

No es una nueva forma de proletariado social, es la conciencia de que ya no tenemos que vivir para tener, para satisfacer deseos ideales, como un interminable y adicción incurable.

El parón del Covid nos ha hecho entender que es posible vivir incluso con mucho menos de lo que siempre hemos pensado ahora bien, ese tiempo es el tesoro mismo que tenemos, y gastarlo, con las formas de hacerlo, nos pertenece solo a nosotros.

Como en el siglo XIX donde el movimiento ludismo se preocupó por las consecuencias de la industrialización del trabajo sobre la mano de obra, y por tanto sobre el sustento de los sectores más débiles de la población, aún hoy, la generación más joven, la menos protegida, la más frágil en el ámbito social, está redescubriendo una nueva forma de ludismo.

Los jóvenes de hoy no van a destruir los telares que hace dos siglos redujeron la necesidad de mano de obra, tiran miseria, vamos no prendáis fuego a las sedes de Facebook, ni de Twitter, ni de Instagram, ni de Amazon, ni de las empresas que informatizan la vida cotidiana, no nos rebelemos contra un Estado que no asiste a las familias que no tienen recursos económicos para graduar a un niño, ni para darle la oportunidad de tomar un curso de capacitación para aprender un oficio, sobreviviendo al progreso.

Los jóvenes están empezando a comprender que los movimientos internacionales de capital crean nuevos mundos, donde el tecnicismo y las habilidades informáticas de alto nivel son necesarias para vivir , donde muchas actividades de escolaridad media o baja pueden ser sustituidas por inteligencia artificial, un robot o algo que aún no existe.

En este punto podría entrar en escena Marx, reivindicando el derecho de todos los pueblos, de todas las clases sociales, a vivir una vida digna, vida económicamente estable y preferentemente pacífica.

Muchos sectores de la población ya se han visto afectados por el progreso tecnológico, por ejemplo, los ancianos están excluidos de cualquier relación con la administración pública , y los bancos tienen gran parte de los activos corporativos ya que carecen de habilidades informáticas básicas.

Muchas personas en edad de trabajar se arriesgan, o ya se han arriesgado, a ser sustituidas por formas de máquinas más o menos inteligentes, tanto en fábrica , oficina y comercio, entrando en el túnel de una nueva pobreza y abandono social.

El dinero es siempre el motor de todos los cambios sociales y ambientales, y su uso genera en ocasiones comportamientos erróneos, opacos y dañinos que, continuados a lo largo de los años, no han cambiado. sólo la mente de las personas, sino también el planeta en el que vivimos.

Las catástrofes medioambientales provocadas en las últimas 6 o 7 décadas, aún hoy parcialmente negadas por algunos, están llevando al mundo hacia situaciones de que no estamos preparados, como la falta de agua, de energía, las migraciones climáticas imparables, las guerras locales, la contaminación generalizada también en nuestra cadena alimentaria.

Pero seguimos caminando, mientras nos acercamos al barranco, con los ojos vendados, auriculares en los oídos para escuchar su música , me viene a la mente el mismísimo sonido del dinero en la canción de Pink Floyd. Pero, ¿es esto lo que necesitamos escuchar?

Aún estamos a tiempo, cambiando de estilo de vida, de forma de pensar y recordándonos que todos somos su mercado y su dinero, por lo tanto , el ludismo moderno es saber renunciar a lo superfluo, desconectarse de las redes sociales que también son una máquina para adoctrinar nuestras elecciones y reavivar nuestro cerebro.


Traducción automática. Nos disculpamos por cualquier inexactitud. Artículo original en italiano.



Suscríbete gratis a rNEWS para leer el artículo completo
Si ya eres suscriptor lee el artículo

CONTÁCTENOS

Copyright © 2024 - Privacy Policy - Cookie Policy | Tailor made by plastica riciclata da post consumoeWeb

plastica riciclata da post consumo